Sabías que la Linaza ayuda reducir la pérdida ósea, a promover la pérdida de peso, a aumentar la inmunidad y a luchar contra el cáncer.
La linaza es alta en vitaminas y minerales, incluyendo la mayoría de las vitaminas del complejo B, magnesio y manganeso; en fibra, tanto soluble como insoluble y en fitoquímicos, incluyendo a poderosos antioxidantes como los lignanos.
Los ácidos grasos omega-3 son claves para combatir la inflamación y la linaza es una gran fuente de estos ácidos grasos omega-3 en forma de ácido alfa-linolénico (ALA).
Beneficios de la linaza.
Entre los beneficios de la linaza encontramos varios aspectos que enumeramos a continuación:
La fibra soluble de la linaza ha demostrado poder reducir el colesterol ayudando a prevenir la acumulación de placa que puede obstruir las arterias y provocar una presión arterial alta, un derrame cerebral o un ataque al corazón. La fibra de la linaza también reduce los niveles de azúcar en sangre lo cual es importante para las personas que sufren diabetes tipo 2.
Las semillas de lino también han demostrado conseguir un retraso en la pérdida de hueso gracias a su concentración de ácidos grasos.
La linaza ayuda a perder peso ya que produce saciedad. Una pequeña cantidad de lino 30 minutos antes de las comidas puede controlar su apetito.
La fibra presente en la linaza puede ayudar a aliviar el estreñimiento y hacer más regular nuestro peristaltismo intestinal.
El ácido alfa-linolénico ha demostrado disminuir la inflamación lo que permite que nuestro sistema inmunológico funcione mejor. La linaza puede ayudar a aliviar los trastornos autoinmunes e inflamatorios como la artritis reumatoide, la psoriasis y el lupus.
La linaza podría tener un papel fundamental en la lucha contra el cáncer, sobre todo de colon y de mama. El beneficio se basaría en su alta concentración de lignanos que podría inhibir el crecimiento del tumor.
Precauciones con la linaza.
Además, las personas que sufren enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn, deben evitar la linaza debido a sus efectos laxantes. Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia no deben consumir linaza molida. Tampoco se recomienda en mujeres que tengan problemas como fibromas, endometriosis y ovarios poliquísticos.
En el caso de los hombres deberían evitar el ácido alfa-linolénico en casos de tumor de próstata.
Lo más recomendable es comprarla entera y luego molerla antes de usarla. Debido a que la linaza es una semilla que contiene grasa, hay que tener precaución con la oxidación de la grasa. Debe mantenerse a temperatura ambiente y así la linaza entera debe durar más de un año. La linaza molida debe guardarse en un recipiente hermético en el refrigerador y así aguantará unos 90 días.
Para la mayoría de los adultos sanos, se recomienda 1 cucharada al día y no más de ¼ de cucharadita al día para los niños pequeños. Debido a que la linaza es alta en fibra, cuando se añade a la dieta, hay que empezar con pequeñas cantidades y aumentarla poco a poco. Una cucharada de linaza molida tiene sólo 36 calorías.
La linaza es alta en vitaminas y minerales, incluyendo la mayoría de las vitaminas del complejo B, magnesio y manganeso; en fibra, tanto soluble como insoluble y en fitoquímicos, incluyendo a poderosos antioxidantes como los lignanos.
Los ácidos grasos omega-3 son claves para combatir la inflamación y la linaza es una gran fuente de estos ácidos grasos omega-3 en forma de ácido alfa-linolénico (ALA).
Beneficios de la linaza.
Entre los beneficios de la linaza encontramos varios aspectos que enumeramos a continuación:
La fibra soluble de la linaza ha demostrado poder reducir el colesterol ayudando a prevenir la acumulación de placa que puede obstruir las arterias y provocar una presión arterial alta, un derrame cerebral o un ataque al corazón. La fibra de la linaza también reduce los niveles de azúcar en sangre lo cual es importante para las personas que sufren diabetes tipo 2.
Las semillas de lino también han demostrado conseguir un retraso en la pérdida de hueso gracias a su concentración de ácidos grasos.
La linaza ayuda a perder peso ya que produce saciedad. Una pequeña cantidad de lino 30 minutos antes de las comidas puede controlar su apetito.
La fibra presente en la linaza puede ayudar a aliviar el estreñimiento y hacer más regular nuestro peristaltismo intestinal.
El ácido alfa-linolénico ha demostrado disminuir la inflamación lo que permite que nuestro sistema inmunológico funcione mejor. La linaza puede ayudar a aliviar los trastornos autoinmunes e inflamatorios como la artritis reumatoide, la psoriasis y el lupus.
La linaza podría tener un papel fundamental en la lucha contra el cáncer, sobre todo de colon y de mama. El beneficio se basaría en su alta concentración de lignanos que podría inhibir el crecimiento del tumor.
Precauciones con la linaza.
Además, las personas que sufren enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn, deben evitar la linaza debido a sus efectos laxantes. Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia no deben consumir linaza molida. Tampoco se recomienda en mujeres que tengan problemas como fibromas, endometriosis y ovarios poliquísticos.
En el caso de los hombres deberían evitar el ácido alfa-linolénico en casos de tumor de próstata.
Lo más recomendable es comprarla entera y luego molerla antes de usarla. Debido a que la linaza es una semilla que contiene grasa, hay que tener precaución con la oxidación de la grasa. Debe mantenerse a temperatura ambiente y así la linaza entera debe durar más de un año. La linaza molida debe guardarse en un recipiente hermético en el refrigerador y así aguantará unos 90 días.
Para la mayoría de los adultos sanos, se recomienda 1 cucharada al día y no más de ¼ de cucharadita al día para los niños pequeños. Debido a que la linaza es alta en fibra, cuando se añade a la dieta, hay que empezar con pequeñas cantidades y aumentarla poco a poco. Una cucharada de linaza molida tiene sólo 36 calorías.
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